Érase una vez la orfebrería
Érase una vez la orfebrería...

Foto ‘Classical period earings’ de Richard White

https://www.flickr.com/photos/gauiscaecilius

Y hoy vamos a hablar… de la historia de la orfebrería…

Porque lo que hoy conocemos como orfebrería, que según la Real Academia de la Lengua Española es ‘el arte del orfebre’ que, a su vez, es la ‘persona que labra objetos artísticos de oro, plata y otros metales preciosos o aleaciones de ellos’, no ha nacido ni mucho menos hace cuatro días.

Afortunadamente, desde que la humanidad existe y el hombre dejó de ser un primate bípedo de la familia de los homínidos para convertirse en lo que hoy es y somos, no han sido pocas las culturas y civilizaciones que han surgido y se han desarrollado a lo largo de los siglos.

Y, pese a que aquellos tiempos no eran ni mucho menos como los de ahora, por aquel entonces la sociedad también dedicaba buena parte de su tiempo al arte en sus múltiples manifestaciones ya fuera la arquitectura, la escultura, la pintura y la orfebrería.

Gracias a historiadores, geógrafos, geólogos, arqueólogos, antropólogos, biólogos e investigadores así como también a otros muchos profesionales de las ciencias naturales y sociales, el hombre pudo realizar grandes descubrimientos que pusieron de manifiesto que la humanidad conocía el arte de la orfebrería y que había empezado a desarrollar esta actividad desde la prehistoria y hasta la actualidad.

Desde los primeros hallazgos que constataron que el hombre prehistórico ya conocía esta variante de lo que se conocen como artes plásticas o bellas artes y elaboraba todo tipo de piezas de artesanía empleando metales, aleaciones y piedras preciosas, han sido muchas las civilizaciones que han aportado su granito de arena para que la orfebrería sea hoy en día un trocito de la historia tanto o más importante que el resto de aspectos que han influido directa o indirectamente en la evolución cultural de la sociedad.

Así como en la prehistoria, las civilizaciones de la Edad Antigua como la egipcia, la fenicia, la prehelénica y la clásica, las de la Edad Media como la paleocristiana, la germánica, la bizantina, la islámica, la románica y la gótica y la de la Edad Moderna como es el Renacimiento han contribuido a que la orfebrería se haya nutrido de un gran número de tesoros de piezas únicas de gran valor con muy diferentes estilos y de muy variados diseños que han servido para asentar las bases de la orfebrería que conocemos hoy en día.

No obstante, hasta llegar donde ha llegado, en sus inicios la orfebrería estaba muy estrechamente vinculada a la religión en las civilizaciones teístas o a los poderes especiales en las civilizaciones ateas y paganas, a la astrología y al cosmos y al simbolismo del poder, la autoridad y el prestigio que se le asignaba a quién la portaba pero, por suerte, poco a poco este arte fue abriéndose paso entre los distintos estratos y clases sociales en las que se organizaba jerárquicamente la sociedad para convertirse en el oficio de la ornamentación que hoy por hoy está al alcance de toda la población sin hacer ningún tipo de distinción.

¡Hasta aquí nuestro post de hoy!

Aunque, si te ha sabido a poco este breve pero intenso recorrido por la historia de la orfebrería, te aconsejamos que no te pierdas las próximas entradas de nuestro blog en las que desvelaremos cómo era el arte orfebre en las primeras civilizaciones de la Edad Antigua.

(Y ya sabéis… ‘En caso de duda… ¡Mar Al Vent os ayuda!’).

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